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martes, 12 de noviembre de 2013

Malos hábitos en el cuidado de la piel



Todas las mujeres saben que es muy importante dar un buen cuidado a la piel, pero sin embargo, a veces sucede que respetamos mucho la rutina de belleza diaria o recaemos en malos hábitos que resultan bastante desfavorables para el cutis.

En este poste te cuento cuáles son esos malos hábitos tan comunes que solemos cometer las mujeres en el cuidado de la piel.

No aplicar protector solar a diario

Sea verano o invierno, esté nublado, te expongas deliberadamente o no al sol, siempre tienes que usar protector solar cuando sales de tu casa.

También se pueden usar cremas hidratantes o bases de maquillaje con protección solar, como es el caso de las cremas BB que poseen filtro solar de factor 30 y a la vez dan color e hidratación a la piel. Es importante recordar que se ha de aplicar cada dos horas para renovar la protección del producto.

No quitar el maquillaje antes de ir a dormir

Es un error bastante común entre las mujeres. Esto sucede porque a veces llegamos tan cansadas que lo único que queremos es acostarnos, pero está muy mal.

El quitar el maquillaje es esencial para conservar una piel sana y joven, no es recomendable saltarse este paso. Cuando se limpia el cutis a la vez también se retiran las impurezas, exceso de sebo y la dermis puede oxigenarse para lucir rejuvenecida y radiante por la mañana.

No usar desmaquillante

Muchas mujeres creen que solo con la leche o crema de limpieza pueden limpiar el cutis y retirar todo el maquillaje. Esto no es así.
Solo el desmaquillante tiene la capacidad de retirar el maquillaje de la piel, el resto de los productos se deben utilizar después.

No enjuagar la crema de limpieza ni el desmaquillante

Grave error al que incurren muchas mujeres, siempre hay que enjuagar estos productos porque contienen ingredientes abrasivos necesarios para la remoción de la suciedad. Si no los enjuagamos, además de secar la piel, no `permiten que se oxigene ni tampoco que los activos de las cremas que apliquemos después, penetren en la dermis.

Lavar el rostro con jabón

Ni jabón líquido, ni neutro, ni jabón cremoso… el rostro siempre hay que limpiarlo con crema, leche o gel de limpieza porque tiene una fórmula específica para cuidar la piel del cutis y no causar resecamiento ni irritaciones.

Exfoliación excesiva

Exfoliar es necesario, pero si lo hacemos en exceso también podemos dañar el cutis. Una vez por semana o una vez cada 15 días es lo recomendable, no hay que exfoliar la piel a diario porque la sensibiliza y promueve a una rosácea, la afina demasiado y con el tiempo puede causar falta de tono.

Usar productos de no muy buena calidad o que no son indicados para el cutis

Comprar la crema que está de moda no es necesariamente algo bueno para todas. Ante todo siempre hay que saber que detrás de un producto publicitado hay mucho marketing y que esto no garantiza su efectividad ni buena calidad.

Antes de comprar un producto de belleza conviene consultar con el especialista, dermatólogo, cosmiatra o cosmetóloga, para que indique el tipo y la marca adecuada. No hay que guiarse siempre por las experiencias de una amiga porque ella puede no tener el mismo tipo de cutis, ni por el bombardeo publicitario.

Si tu piel es grasa, entonces necesitas productos libres de aceite que te ayudarán a eliminar el exceso de sebo y se tratar el acné. Pero, si tu piel es seca, entonces lo mejor sería utilizar productos con activos nutritivos e hidratantes.
También es necesario tener en cuenta la edad porque en cada etapa de la vida, la piel presenta necesidades diferentes.



Onicomicosis: cómo detectarla y tratamientos efectivos



Manchas amarillas, verdosas, grises o blancas, descamación, rotura o aparente deformación en las uñas ya sean de las manos o de los pies, pueden ser los síntomas visibles de micosis. Así como afean las extremidades también dañan la zona y pueden extenderse por lo que una detección y diagnóstico temprano del problema hará que la solución sea más efectiva. Hay varios métodos novedosos que prometen borrar los hongos rápido y sin dolor. En esta nota destacamos los últimos avances láser para tratar este problema que no discrimina edades o sexo.

Onicomicosis: cómo detectarla y tratamientos efectivos

El proceso patológico más frecuente en las uñas es la onicomicosis y se ve tanto en las uñas de los pies como en las de las manos indistintamente. Esta enfermedad está causada por hongos de diferentes tipos y que atacan de forma muy diferente debido a que algunos se sitúan en la uña y otros en la raíz de ésta. En cualquier condición siempre la falta de cuidado y tratamiento empeora el problema haciéndolo mucho más difícil de erradicar.
La micosis en las uñas

El hongo causante prospera en los ambientes cálidos y húmedos, por eso, la exposición de las extremidades en sitios como vestuarios, natatorios o baños públicos favorece el contagio. También el uso de calzado muy ajustado o de materiales sin ventilación, medias húmedas o exceso de transpiración.

Síntomas y detección temprana

Los hongos pueden afectar una o más uñas y prestando un poco de atención en la zona es fácil identificar que se trata de este problema. Hay que tener en cuenta:

Las uñas están engrosadas, quebradizas, descoloridas
Algunas veces, hay dolor al caminar
La uña se vuelve sensible al tacto, blanda, llegando a aparecer un líquido blanquecino apretando en la zona de la cutícula
Pueden generarse hongos luego de una lesión en la uña. Si vemos que no se cura normalmente hay que sospechar
Hay condiciones de salud que predisponen a la micosis como: diabetes, trastornos circulatorios y la disminución de las defensas por edad, estrés o afecciones diversas.
Todo síntoma puede ser descubierto por la persona que lo padece pero requiere de un diagnóstico médico certero por parte del dermatólogo quién hará una prueba microbiológica para un diagnóstico certero e indicar el tratamiento específico para la onicomicosis.

Tratamientos para onicomicosis

Existen medicamentos antifúngicos (contra los hongos) tanto tópicos como orales que requieren de paciencia y mucho cuidado por parte del paciente.

También hay nuevas formas para combatirlos por medio de la tecnología láser.

Láser: actúa en forma específica sobre el hongo que se encuentra bajo la lámina ungular y sin dañar los tejidos sanos circundantes. Este tratamiento combina dos tipos diferentes de láseres en la misma sesión, uno a continuación del otro. Esta combinación genera gravitación, ondas de choque y aumento de la temperatura para destruir las esporas del hongo.

Luz pulsada intensa (IPL): El sistema cuenta con un método que irradia la zona con luz pulsada en precisa combinación del tiempo de relajación térmica y de la longitud de onda para destruir los hongos. Esta radiación electromagnética daña a los organismos responsables de la onicomicosis y desactiva la capacidad de replicarse. Así se evita la infección si aún no ha comenzado y se cura si ya existe.
El efecto fungicida y bactericida de la luz pulsada llega selectivamente sobre los hongos para inactivarlos, pero la uña y el tejido circundante quedan intactos.

En ambos casos la cantidad de sesiones varia dependiendo de cada caso ( a veces hasta 6) y se aplican con cada 15 días. Todo se resuelve sin molestias y en pocos minutos (tarda 1 minuto aproximadamente por uña).
Ademas el aparato láser cuenta con piezas que se adaptan a la forma de la uña y al tamaño de la lesión. Por ello el especialista puede realizar la vaporización específica del hongo mediante el láser, sin dolor, sin cortes y sin efectos secundarios. Terminada la sesión, el paciente se coloca su calzado y sigue su vida normal.
Algunos médicos indican acompañar el procedimiento con suplementos de vitaminas y aminoácidos para mejorar el crecimiento de las uñas que puede volverse un poco lento.
Los resultados totales se observan a medida que se renueva la uña, en las manos a los 6 meses y en los pies a los 12.
No se requieren estudios previos pero hay contraindicaciones en casos de:

Embarazo o lactancia
Si hay marcapasos o problemas cardíacos
Enfermedades que pueden ser estimuladas por luz, como lupus, porfiria, epilepsia.
Consultar al médico en casos de enfermedades autoinmunes (como HIV, lupus, psoriasis u otras) o endocrinas (como diabetes no controlada).

El 20% de la población mundial se ve afectado por este problema según demuestran los estudios y todo deriva del poco cuidado que las personas tienen.
Las soluciones están pero siempre es mejor prevenir con simples cambios de rutina como mantener las uñas cortas y limpias, evitar el uso excesivo de detergente o alcohol en gel para higienizar las manos, usar medias de algodón y calzado con aireación, usar ojotas en duchas y vestuarios públicos, realizar un correcto secado de los pies luego de la ducha, etc. Es clave siempre saber que el exceso de humedad en la zona es lo que da lugar a los hongos y que además se propagan y contagian hacia otras uñas.



Manchas en la piel que aparecen en el embarazo y cómo tratarlas



Muchas veces la piel, durante el embarazo y debido a los cambios en los procesos hormonales, puede sufrir alteraciones que van más allá de las clásicas estrías, como manchas oscuras y coloraciones extrañas en algunas zonas localizadas del cuerpo o el rostro.

Ninguna de ellas reviste gravedad, la mayoría desaparece con el transcurso de los meses luego del parto y se pueden tratar eficazmente luego de la lactancia.

Las manchas que aparecen durante el período de embarazo (sólo a algunas mujeres) no duelen, ni son enfermedades de la piel que tengan gravedad. Su principal molestia es que no son agradables a la vista y cambian de manera radical nuestra piel posicionándose en zonas muy visibles del rostro o el abdomen. Cualquiera de ellas requieren tratamientos estéticos dermatológicos para desaparecer y no volverse definitivas.

Se producen debido a la alteración en la producción de hormonas como estrógeno y progesterona.
Existen varios tipos, aunque las más comunes son tres: la línea fusca, el lentigo y el melasma.

Melasma: también conocida como cloasma, aparece principalmente en la cara y tiene color marrón claro. Complica principalmente a las mujeres de piel más oscura y puede volverse más pronunciada con cada embarazo o incluso si hay herencia de este problema en la familia.
Este tipo de mancha resulta de los cambios hormonales, cuando en este período se estimula temporalmente la producción de melanina (sustancia natural que le da color al cabello, la piel y los ojos).
Las manchas de forma irregular y de diversos tamaños pueden aparecer alrededor del labio superior, la nariz, los pómulos y la frente.
Hay que saber que la exposición al sol también afecta a las manchas y las agrava por lo que es muy importante apenas se detectan, comenzar a usar protección solar total.

Lentigo: tiene una apariencia muy similar a las pecas pero más grande. Aparece en el rostro o el escote y va oscureciéndose con la exposición al sol o luces como la de la computadora. En estos casos se recomienda tapar con corrector y utilizar protección solar (FPS 60) para evitar que tomen mucho más color.

Línea fusca o línea alba: aparece como una raya en la línea media del abdomen y recorre toda la línea umbilical en color oscuro. Se la conoce también como línea nigra y no revista ninguna gravedad. Antes del embarazo, todas las mujeres ya tienen una línea llamada línea alba, que recorre desde el ombligo hasta el pubis y casi ni se nota porque es del mismo color que el resto de la piel. Cuando se oscurece dura los meses de gestación y luego del parto se va aclarando hasta volver a su tono normal.

El exceso de melanina es el responsable de estas manchas y también del oscurecimiento de ciertas zonas. En este período muchas mujeres notan que la piel que de por sí tiene más pigmentación en los pezones, pecas, cicatrices y la piel alrededor de los genitales. Esto también suele suceder en zonas propensas a los roces, como las axilas y la parte interna de los muslos. Pero en ningún caso es para alarmarse, luego retomarán su color natural.

Tratamientos para eliminar las manchas de la piel:

Puede suceder que las áreas que se han oscurecido vuelvan poco a poco a su tonalidad normal unos meses después del parto, aunque también se ha visto que en el caso de melasma y lentigo, los cambios nunca desaparecen por completo. Para tratarlos existen:

Peelings: con tricloroacético en máscara, o de ácido mandélico sirven para aclarar progresivamente las manchas.
Láser y luz pulsada: para pequeñas manchas, es ideal porque actúa directo en la zona más oscura. De acuerdo a su pigmentación puede requerir de varias sesiones. Existe también un láser (Q switched pixelado) que elimina el melasma en una sola sesión.
Cremas: para casos leves, hay cremas que contienen ácido retinóico, glicólico, retinol y vitamina C. Son similares a las que se utilizan para tratar de blanquear manchas de la edad.

Cualquiera de estos tratamientos debe ser aconsejado y llevado a cabo por un médico dermatólogo quien evaluará la mejor opción en cada caso y para el tipo de piel.
En cualquier caso también hay que estar alerta a las manchas por si hay cambios en la pigmentación acompañados de molestias, dolor al palpar el área, enrojecimiento o hemorragia, cambio en el color, la forma o el tamaño. Aquí la opinión de un experto médico será clave para detectar el problema y su solución.


Fuente tratamientosbelleza.com.ar

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