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lunes, 15 de abril de 2013

¿Te descuidas en casa? ¡Mírate en el espejo



Desde hace unos años procuro comprar ropa destinada tan solo a estar en casa; la finalidad: estar muy cómoda sin olvidar mi aspecto. Me he dado cuenta de que un gran número de mujeres nos despistamos y terminamos estando en nuestro hogar con una “pinta algo extraña”, combinando colores o hechuras que nunca nos atreveríamos a vestir en la calle. Cuidar vuestro aspecto siempre es importante, no solo cuando estáis “obligadas” y, sí bien es cierto que es oportuno cambiarse de ropa al llegar de la calle o cuando se piensa pasar un domingo sin salir, no es menos cierto que por ello no hay que abandonarse, porque estar en casa no debe significar dejadez o desidia, por el contrario, debería ser sinónimo de cuidado hacia nosotras y hacia los que más queremos y están a nuestro lado. Una actitud que nos aportará bienestar y descanso.

Aunque la mayoría comenzamos bien, no sé porque, con el paso del tiempo, muchas de nosotras acabamos desorganizando los conjuntos y poniéndonos lo primero que pillamos, sin dar importancia al aspecto que podamos ofrecer. Puede que algunas no creáis importante atender al capítulo “estar bien en casa”, pero… ¿a qué cuando os veis desfavorecidas os acabáis poniendo de mal humor? Si intentáis hacer de la estancia en vuestro hogar algo placentero mediante rituales y costumbres que sean de vuestro agrado y os hagan felices, estaréis relajadas y guapas en él. Y si pertenecéis al grupo de las que habéis dejado de dar importancia a este punto y queréis volver “al orden”, aquí tenéis unas cuantas ideas.
Durante el día

La primera regla es no vestirse con nada de lo que os avergonzaríais sí llamarán a la puerta y tuvierais que abrir ¿Creéis que exagero? Pues pensad cuantas veces ha llegado alguien inesperado a vuestra casa y os habéis tenido que cambiar corriendo o afrontar la visita avergonzadas ¿Nunca? Conozco a muchas a quienes sí les ha pasado ¿Y sí no os gusta que los extraños os vean así, porque vosotras os permitís esta licencia ante el espejo? En vuestra intimidad cuando os relajáis y no tenéis que estar perfectas para nadie (o solo para vuestra pareja o familia) es cuando podéis descubrir sí realmente os mimáis (o los mimáis) y si os gusta estar bellas de verdad.

Estar en casa puede significar momentos de descanso o por el contrario de trabajo y organización, pero eso no significa descuidarse o perder la compostura. Existe la tendencia a destinar al descanso prendas viejas, las que justo por este motivo ya no lleváis a la calle, pero es importante llevar ropa adecuada para estar relajadas y cómodas, prendas que os aporten además armonía por colores y formas, y tener al menos dos conjuntos destinados a estar casa. Yo opto por los colores blanco y gris. Me encantan unos pantalones de elásticos rectos de la marca Elastic Magic. Se venden en las tiendas de deportes y además de ser muy cómodos, favorecen la figura; yo los utilizo para caminar, hacer deporte y cuando quiero sentirme súper cómoda; los escojo grises, azul marino y negros, cuestan unos 26 €. En H&M venden camisetas de la linea DIVIDED súper prácticas, son largas (fundamental para ser cómodas) y con un algodón excepcional, las escojo en los mismos colores que los pantalones, su precio es de 4.94 €. Todas estas prendas son, sencillas, prácticas y femeninas, porque en casa no pretendo parecer una princesa, pero si sentirme cuidada y correcta.

Durante el invierno recurro a las rebecas de algodón o punto porque son confortables, agradables y muy estilosas. Todo lo anterior es una pequeña inversión que a la larga, os hará estar más contentas. porque para estar confortables durante el día, el algodón, la licra suave y los colores lisos son suficientes para estar bien en casa; blancos o grises, colores lisos y relajantes. Se trata de coordinar los colores con el mismo gusto e interés que sí fueseis a la calle, pero en la elección debe primar la funcionalidad y comodidad ¡No me refiero a la hora de dormir! (eso es otro asunto, no se debe confundir ropa para estar en casa con “plantarse” un pijama cuando no es la hora de dormir), eso implica desidia, se debe distinguir entre la noche y el día porque cada prenda tiene su finalidad y mezclar puede tener consecuencias sobre el estado de ánimo.

No hay que olvidar estar bien peinadas. Cuidad la parte posterior, porque a veces, se ven melenas inmaculadas por delante y completamente despeinadas (olvidadas) por detrás (¡y eso es lo que esta viendo vuestra pareja cada vez que le dais la espalda!) Si tenéis el pelo largo un recogido informal es un gran recurso. Pese a no maquillaros, os podéis aplicar un ligero colorete, (no hace falta estar absolutamente horrenda por estar en casa), puesto que en invierno la mala cara se agudiza. Siempre, hasta en casa, es reconfortante que cuando os miréis al espejo, éste os devuelva una imagen agradable.

FrutasCuando os sea posible, cread un ambiente placentero, con música o lectura que os haga sentir bien, estad hidratadas y en vuestros momentos de gula, es una buena idea sustituir el dulce por el consumo de fruta. Para ello es importante que, en momentos libres preparéis fruta cortada y la tengáis en el frigorífico. Lo zumos y lasensaladas son otras buenas opciones, y procurad no tener alimentos dulces o pesados en casa. Aunque no lo creáis, todo esto contribuye a estar bellas y de buen humor en el hogar.
Para dormir

Con la ropa para dormir pasa lo mismo. Salvo excepciones se suele comenzar bien, pero con el tiempo se acaba mezclando o no reconociendo que una prenda dejó de ser lo que era. Algunas sois adictas a la lencería y otras, como yo, sois tremendamente prácticas o frioleras y os resistís a las sedas. En este último caso está el peligro, porque se pueden llegar a superponer prendas sin tino ni criterio. Para estos casos, es importante, estar preparadas y vencer al desatino, que al final os hará parecer unas “forajidas”; así que recordad que hay pijamas muy femeninos y prácticos y que pase lo que pase se deben coordinar con el fin de aportar serenidad y belleza. A la hora de dormir tienen prioridad vuestras necesidades, pero intentad que prime un buen criterio. Cuidado con las las batas, no hace falta tipo peluche, puntillas, ni faralaes, basta con que os sintáis femeninas y sencillas. Las de Zara Home de algodón son estupendas. Oysho es una gran opción para encontrar camisones y pijamas que cumplan vuestras espectativas.

Las zapatillas suponen otro punto delicado porque no es fácil encontrar las que cumplan varios requisitos: que no sean rudas y sean femeninas sin pecar de cursis. A mí me encantan las de Zara Home, las escojo en color bronce o plateadas. Yo utilizo las de piel muy blanda y flexible, muy cómodas y con una estética agradable y actual. Cuestan 25.99 €.

zapatillasAunque cada una tiene su gusto, no os aconsejo colorines chillones o dibujos agresivos. Intentad mirar al espejo con objetividad cuando tengáis puesta vuestra ropa para dormir porque a veces os podéis llegar a preguntar donde ha quedado vuestro lado femenino, vuestra belleza. No os convirtáis en vuestro peor enemigo por no ocuparos de este tema, ya no sois niñas y estar bellas es incompatible con ciertos estampados o zapatillas. Es importante tener en vuestra mesilla de noche una crema hidratante, una de ojos, una de manos, tisúes de papel, una fragancia ligera y agua para beber ¿No os ha pasado en alguna ocasión que necesitaríais una hidratación extra y os lo pensáis por no volver a levantaros de la cama? ¿Os acordáis de las manos y no tenéis una crema cerca?
Saber desprenderse de ciertas prendas

Sé que estamos en crisis, y por eso mismo soy consciente de que sus efectos y la actitud que tenemos está causando estragos en nuestra mentalidad y armario provocando pánico a deshacernos de algo, pero, por favor, tirad todo aquello con lo que estéis horribles o no os hayáis puesto desde dos años, cuando lo abandonásteis fue por algo, que aunque no recordéis, redescubriréis tan pronto como os lo volváis a poner. Sí las prendas están en buen estado plantearos la opción de donar, puesto que hace mucha falta. Sabed tirar un pijama que cumplió su cometido y con el que ya no estáis favorecidas, a veces nos seguimos poniendo una prenda por “inercia” sin darnos cuentan de que ya no ofrece el aspecto de antaño, porque la ropa y los tejidos (mas aún los sometidos a lavado frecuente) también tiene su fecha de caducidad.

Soy consciente de que existe la querencia hacia ciertas prendas que pese a estar en un estado lamentable nos hacen sentir guapas debido al cariño que las tenemos y lo confortables que nos resultan. Yo tengo una chaqueta de cashmere color vino de que tiene 20 años, pero siempre recurro a ella para estar en casa, es parte de mi y me resulta estilosísima. Siempre me reconforta cogerla del armario para ponérmela en casa. Probablemente todas guardáis alguna de estas prendas a la que tenéis un tremendo apego, por lo que éstas que os hacen sentir tan bien están exentas de la eliminación, sin embargo intentad ser objetivas a la hora de conservar porque es importante que os pongáis ropa que os favorezca y dé sensación limpia y fresca.

Las prendas que vistáis en casa tienen que estar siempre limpias (¡por favor!) ¡Qué huela a limpio es tan agradable! Daos cuenta de que en casa se cocina o fuma (los tejidos absorben olores) y la sensación que da ponerse una camiseta que huele a jabón es un verdadero placer. Sí no tenéis ocasión de planchar con asiduidad elegid algodones con una pizca de mezcla o licra porque eso favorecerá que después del lavado esté lista para poner. Todas estas son pequeñas cosas que harán que estéis súper, súper bien en casa. Estaréis realmente guapas, cómodas y contentas.

Imágenes | Oysho, Frutas Logroño, Zara Home




Vientre plano sin hacer abdominales



Todas hemos oído a alguna amiga, conocida o famosa que habla de que hace 500 contracciones abdominales al día, pero ¿qué pensaríais si os dijera que se puede tener un vientre plano sin hacer abdominales?

Si estáis haciendo el reto del plank seguro que ya sabéis por dónde voy: señoritas, os presento los abdominales isométricos o sin movimiento, vientre plano sin millones de repeticiones.

¿Por qué funcionan mejor los abdominales isométricos que los tradicionales? Simplemente por la forma de trabajo: al mantener la misma postura durante un período de tiempo prolongado, el trabajo del músculo se realiza sin descanso, y además se recluta un número mayor de fibras.

Además, con los abdominales isométricos trabajamos músculos que no se entrenan con los tradicionales, como el transverso del abdomen: el más profundo de los músculos de esa zona y responsable de que tengamos una cintura esbelta.

El ejercicio abdominal isométrico por excelencia es el plank o plancha, tal y como lo hemos explicado en el post del reto. De este ejercicio se pueden realizar todas las variantes que podáis imaginar: de lado, apoyándonos sobre los antebrazos, invertido (boca arriba), quitando apoyos…

La mayoría de la gente puede aguantar el plank durante aproximadamente 30 segundos: la clave para mejorar es hacerlo cada día intentando aumentar nuestro tiempo máximo.

También podéis convertir el encogimiento tradicional en isométrico: el ejercicio es el mismo, lo que cambia es la forma de trabajo. En lugar de hacer un montón de repeticiones, haced sólo una, aguantando arriba todo el tiempo que podáis.

Es importante que al hacer estos ejercicios mantengáis siempre activada la zona abdominal: para hacerlo más gráfico, debéis intentar unir el ombligo con la espalda. Esto no quiere decir que aguantéis la respiración: realizad inspiraciones lentas y profundas por la nariz y soltad el aire despacio por la boca.

La única contraindicación que tienen estos abdominales es para las personas hipertensas, que no deben realizarlos: todas las demás, podéis tomar nota para presumir en bikini este verano.

Y vosotras, ¿ya habéis incluido los isométricos en vuestra rutina de ejercicio?

Imagen | www.Bluewaikiki.com en Flickr



Al gimnasio, con la cara lavada



Demasiadas veces he visto en el gimnasio a chicas que entran en la sala de spinning perfectamente maquilladas y salen con el rimmel y el eye-liner corrido, como si fueran monísimos osos panda… Aparte de que es antiestético, os dejo unas cuantas razones por las que es mejor ir al gimnasio con la cara lavada.

Parece una obviedad, pero os puedo asegurar que no lo es. En el gimnasio recordad siempre la máxima de “menos es más”: poca colonia, fuera collares, anillos y pulseras, y por supuesto, la cara lavada y cero maquillaje.

A veces es pura coquetería, y en otras ocasiones porque vamos a mil por hora y no podemos parar ni para desmaquillarnos. Pero ¿sabemos realmente qué ocurre en nuestra piel si nos dejamos puesto el maquillaje cuando estamos entrenando?

Al entrenar, ya hagamos cardio, Pilates, musculación o cualquier otra disciplina, nuestro cuerpo suda. El sudor es un mecanismo corporal de refrigeración para mantener nuestra temperatura óptima. Esto se consigue a través de la evaporación de agua a través de los poros de la piel.

Al sudar, los poros de la piel se dilatan, y si llevamos maquillaje, éste obstruirá los poros, facilitando la aparición de puntos negros. Así que, mejor la cara lavada para ir al gimnasio.

Actualmente existen varias marcas de belleza que ofrecen maquillajes especiales para ir al gimnasio. La idea es que se trata de cremas muy ligeras con algo de color para unificar el tono de la piel. Dentro de lo “malo”, esta me parece la mejor opción.

Si lleváis rimmel, aseguraos de que es resistente al agua: os puedo asegurar de que he visto verdaderos “Picassos” saliendo de clase, y es mucho peor el remedio que la enfermedad.

Mi conclusión: si queréis utilizar maquillaje para ir al gimnasio, procurad que sea específico para ese fin si no queréis lograr el resultado contrario. Personalmente, mejor con la piel limpia.

Y vosotras, ¿vais maquilladas al gimnasio?

Imagen | Vanessa Jackman

Fuente trendenciasbelleza.com

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