Búsqueda personalizada

sábado, 3 de noviembre de 2012

Mechas:claves para descubrir el tono ideal

Si te has decidido a colorear tu cabello mediante la técnica de mechas, debes saber que es uno de los métodos más solicitados y recomendados cuando se persigue aportar luz y reflejos al cabello, rejuvenecer la imagen sin cambios radicales y hacer que la melena adquiera relieve y profundidad evitando una rutina de coloración frecuente.

Recuerda que, conservar la naturalidad es la consigna. Así, como el color del cabello suele tener muchos matices, es una excelente idea combinar mechas de diferentes tonalidades, nunca más de dos tonos por debajo del color base del cabello.

Así, para aquellos cabellos de un tono castaño oscuro como el de la periodista deportiva y novia de Iker Casillas, Sara Carbonero -quien sorprendió recientemente luciendo mechas californianas-, o la bella actriz Paula Echevarría, les favorecerán las mechas en tonos rojizos o cobres. Una coloración demasiado clara contrastaría demasiado con el tono de base natural del cabello y el efecto no quedaría natural.

Sin embargo, a los castaños más claros como el que posee la princesa Letizia o la modelo Gisele Bündchen, les resultan más favorecedores los reflejos dorados y caramelo, que consiguen dulcificar y refrescar la imagen aportando luz al rostro, especialmente si se aplican algunas mechas estratégicas en el contorno del rostro y en la zona superior para crear la ilusión óptica de mayor volumen al cabello.


Qué color de pelo te puede favorecer más

Si has llegado hasta aquí, es que ya llevas algún tiempo pensando qué color de pelo te puede favorecer más y de paso cambiar al menos por una temporada tu look habitual.

Lo primero es tener en cuenta cómo es nuestra personalidad: si eres una mujer atrevida, que le gustan los cambios y que no teme arriesgar, podrás decantarte por un tono de pelo totalmente distinto al tuyo. Pero si sueles ser más tradicional y te gustan los cambios pero sin demasiadas sorpresas, elige siempre un tono similar al de tu pelo natural, para que el cambio no sea tan brusco y no te cueste volver a reconocerte frente al espejo.

Lo mejor es informarse, ya que según el color de cabello podemos resaltar nuestros puntos fuertes y no equivocarnos llamando la atención sobre nuestros puntos débiles.
Los rubios
Comenzamos por el tono estrella a la hora de pensar en un cambio de look: los rubios claros. En principio parece un tono favorecedor para todas, pero siempre te va a sentar mejor si tienes rasgos muy marcados ya que dulcifica las facciones. También es buena elección si tienes la cara redonda, para afinar su contorno, y si tienes la piel clara. Olvídate si eres bastante morena de piel o tienes la cara muy delgada.

Por lo general, cambiar a este tono puede incluir una base de decoloración, por lo que tendrás que darle un tratamiento extra a tu cabello para que no sufra demasiado, sobre todo con mascarillas nutritivas y sin abusar del secador, que lo resecaría aún más.

No te excedas con la claridad del tono, empeñarse en ser rubia platino sobre una base morena, no suele acabar bien. Si siempre has sido muy morena opta por un rubio oscuro o los favorecedores tonos miel.

Para las castañas sí es viable optar por un rubio claro, ya que así el cambio no es tan brusco. Si tu color de piel es pálido, lo ideal es el rubio claro. Si tienes la piel algo más bronceada, opta por el rubio oscuro. Si no deseas un cambio muy radical, siempre puedes optar por las mechas de sol que darán luz a tu rostro y dulcificarán tus facciones.
Los pelirrojos
El pelirrojo es quizá el color más arriesgado de todos, y te favorecerá si tienes los ojos y la piel muy claros. También podemos optar por los tonos caoba, menos anaranjados si tus ojos son oscuros y la piel algo menos pálida. Pero cuidado si eres muy morena de piel, ya que el resultado puede resultar excesivamente poco natural. También hay que tener en cuenta la diferencia de color de las cejas a la hora de decantarnos, especialmente, por un pelirrojo anaranjado.

Si el producto que has elegido para cambiar tu tono implica decoración, tendrás que cuidarlo como en el caso del rubio, no lo olvides, ante todo está la salud de tu melena.

Los castaños
Es el color base con el que casi todas nos vemos favorecidas pero que, como hemos visto antes, podemos modificarlo ligeramente apostando por un baño de brillo, algunos reflejos con rubios medios, reflejos dorados o cobrizos, para darle más fuerza a nuestros puntos fuertes.

Si has elegido un tono castaño para pegar un cambio, has de saber que te favorecerá mucho si tienes la piel dorada, rasgos aniñados y ojos claros. No son muy recomendables los castaños intensos para tonos de piel muy pálidos, ya que podría crearse un contraste excesivo y poco natural entre el tono de tu piel y la profundidad del tono de tu cabello.

Los morenos
Si tu elección ha sido el pelo moreno, lo mejor es que tus rasgos se caractericen por una piel muy bronceada, los ojos rasgados y facciones dulces. Si tus rasgos son duros, más vale que no te decantes por tonos demasiado oscuros ya que aumenta aún más este efecto y podría hacerte envejecer unos cuantos años como por arte de magia.

Cabe destacar, que si tienes una nariz prominente, los tonos muy oscuros también producirán que se marque más esta característica de tu rostro.



Parabenes o parabenos ¿son perjudiciales para el pelo?


Los parabenes o parabenos son sustancias químicas que poseen importantes propiedades fungicidas y bactericidas y que se utilizan de manera muy habitual no sólo en productos cosméticos sino también en la industria farmacéutica y alimentaria. En realidad, son una serie de conservantes más, de los muchos que podemos encontrar en multitud de productos de uso o consumo cotidiano.

Están presentes en numerosos cosméticos capilares: champús, mascarillas, moldeadores y lo primero que hay que decir es que son sustancias autorizadas y consideradas no tóxicas por las autoridades sanitarias españolas y comunitarias.

En el tema de los conservantes hay opiniones diversas. Hay quien prefiere productos cien por cien naturales, considerándolos mejores y más saludables que los que incluyen en su composición compuestos sintéticos. Esto puede ser cierto, pero no quiere decir que aquellos productos que incorporan conservantes tengan que ser malos o perjudiciales.

En el caso de los parabenes, su mala fama se deriva principalmente de un estudio publicado en el año 2004 que establecía una posible relación de estos con algunos casos de cáncer de mama. Algo que sigue sin haberse demostrado. También se ha dicho que podrían influir en determinados cambios hormonales. Entendemos que este tipo de afirmaciones hacen referencia a una ingesta de altas cantidades de estos conservantes y no a los productos utilizados como tratamientos capilares, pero como no existe una confirmación con base científica hay quien prefiere evitar cualquier contacto con estas sustancias.

El efecto de los parabenes en el cabello depende del conservante utilizado (hay distintos tipos de parabenes, todos sustancias denominadas con palabras terminadas en “paraben” como propylparabeno, metilparabeno) y de la propia fibra capilar. En un principio no tienen porqué dañarla pero, teniendo en cuenta que son sustancias químicas, sí pueden provocar algún tipo de reacción (provocar una mayor sequedad, pelo más o menos frágil, deterioro de la cutícula), todo ello no demostrado de una manera genérica. Lo que sí está comprobado es que a determinadas personas pueden provocarles molestias o alteraciones en el cuero cabelludo, especialmente en forma de picor, escozor, excesiva sequedad o presencia de grasa... Si detectas alguna anomalía, que ha surgido de forma repentina sin encontrarle explicación, no es mala idea cambiar de champú porque puede que alguno de esos conservantes no esté actuando, en tu caso, de manera favorable.

También es importante aclarar que hay firmas que aseguran estar “libres” de parabenes pero esto no quiere decir que no contengan conservantes; algunas los llevan, pero de otro tipo. Si tu opción son los tratamientos capilares que sólo incluyan componentes orgánicos, lee atentamente la etiqueta para comprobar que realmente se trata de un producto exclusivamente natural.

No hay que confundir los parabenes con la silicona, aunque ambos suelen estar presentes en champús y tratamientos de cuidado del cabello. La única función de los parabenes es hacer que ese producto se mantenga en buenas condiciones (conservándolo y evitando la aparición de microorganismos). La silicona, en cambio, sí actúa en la fibra capilar cubriéndola de una imperceptible película que le aporta brillo y suavidad (algo que también tiene sus ventajas y sus inconvenientes).

Como conclusión, se puede afirmar que no hay pruebas que confirmen que estos conservantes puedan perjudicar la salud. Por otra parte, hay que especificar que al tratarse de un producto químico puede que a tu cabello no le siente bien un champú o acondicionador específico que los incluya.

Las firmas que apuestan por limitar o excluir los compuestos sintéticos de sus productos, optando por ingredientes naturales como los aceites esenciales o los extractos de hierbas y plantas son cada vez más numerosas y su demanda aumenta de manera progresiva, por lo que tienes donde escoger. ¡Tú eliges!

Fuente  mujerdeelite.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario