Búsqueda personalizada

miércoles, 13 de junio de 2012

Perfumes: ¿Qué tipos hay? ¿Cuál elegir?


Suele ser el regalo más recurrente y es que en muchas ocasiones se trata del más fácil de escoger y a su vez se piensa que es muy difícil que a la persona no le guste el perfume que has escogido para ella. Sin embargo, es más complicado de lo que se piensa realizar una buena elección, y es que el perfume es una cosa muy personal.

Olores suaves, persistentes o envolventes, el mundo de los perfumes es realmente sorprendente.

Todos los años son muchos artistas, diseñadores de ropa y personajes animados que inundan el mercado con nuevas fragancias, sin embargo, muchos de los perfumes de toda la vida continúan siendo rentables y por eso no desaparecen de las estanterías.

Clasificación de los perfumes 

Por lo general, los perfumes pueden clasificarse según familias, y es que gracias a esta agrupación, es mucho más fácil elegir el perfume que más nos guste. Lo importante es que si una fórmula funciona, es necesario que estén agrupadas para poder seguir creando nuevas fragancias en la misma línea.

Hay seis familias diferentes de perfumes, pero esta clasificación no es el todo rígido, ya que dentro de cada familia se pueden englobar varios subtipos diferentes dependiendo de los distintos ingredientes que contengan las fragancias que salgan al mercado.

La primera de ellas se trata de la familia de la Hespéride, en esta familia los perfumes se caracterizan por tener un olor fresco y con un cierto tono cítrico a limón o naranja. Las del grupo ámbar son fragancias intensas y cálidas con un pequeño toque oriental. Las fragancias florales son las más clásicas además de ser la más amplia de todas las existentes.

A lo largo de todo el tiempo es la que más éxito ha tenido, hoy en día más de la mitad de los perfumes son de esencias florales.

El grupo de los perfumes Chipres engloba las fragancias con olor a pachuli, así como suaves toques florales o afrutados. La clase de perfumes que se engloban en la familia Fougère contienen un toque de olor a musgo, madera o lavanda, y es que el fin es evocar el olor a bosque.

Por último, nos encontramos con el grupo de los amaderados. Se trata de aromas con toques marinos, calientes y más sensuales, y es que en este grupo se suelen encontrar la mayoría de las fragancias masculinas, aunque últimamente se encuentran presentes en perfumes para los dos sexos.

Consejos para elegir un buen perfume

La decisión de un perfume es muy personal, y es que cada uno deja un olor diferente dependiendo de la persona que lo utilice.

Has de saber escoger bien el tipo de fragancia que deseas usar dependiendo de la hora del día, la noche o el fin para la que la utilices, y es que no es necesario utilizar un gran perfume para hacer las tareas habituales, aunque esa decisión al final dependa de cada uno.

Igual de importante que elegir perfume es saber cómo aplicarlo adecuadamente, ya que es cierto que se trata de una especie de ritual. Pon con tus manos un poco de perfume en la parte trasera de las muñecas y en los laterales del cuello. Después de aplicarlo, déjalo reposar sobre tu piel pero no has de frotarlo.

Si vas a salir a la calle, intenta aplicarte el perfume un rato antes de irte, ya que así tendrá tiempo para que el alcohol se evapore y la fragancia pueda mezclarse con el olor natural que está presente en cada piel. Por ejemplo, no será igual el tiempo que durará ni el aroma que desprenderá un perfume utilizado por una persona que fuma, ya que en su piel la fragancia durará menos porque su piel sufre alteraciones ocasionadas por todos los productos que contiene el tabaco.

El fin es elegir el producto que más nos guste y que más se adapte a nuestro tipo de piel, los expertos aconsejan probar los nuevos perfumes durante la mañana, ya que a esa hora tendrá mucho más receptivo el sentido del olfato. Después de eso sólo te queda disfrutar de la fragancia y dejar que los demás te recuerden por tu olor, y es que esto muchas veces nos ayuda a pensar en alguna persona en concreto cuando olemos una fragancia similar.


Cosmética natural

La piel es el mayor órgano del cuerpo humano, este es muy delicado y sensible, se daña fácilmente, por eso existen tratamientos para cuidarla y mantenerla siempre en perfectas condiciones, además de lucirla luminosa y suave al tacto.

En el mercado podrás encontrar grandes cantidades, distintas marcas y diferentes productos para la piel, sin embargo no puede aplicar cualquiera de ellos sobre la misma, ya que se puede dañar y hasta producir complicaciones en ellas.

Algunos de estos productos poseen muchos químicos u ingredientes como colorantes o aromatizantes que pueden causar alergia a la piel, aun más en aquellas personas que poseen la piel demasiado sensible. Los productos que elijas para cuidar tu piel deben ser de marcas reconocidas, que estén aprobadas por profesionales que aseguren que no son dañinas.

Es recomendable utilizar productos de la línea de cosmética natural, ya que estos asegurar un cuidado profundo de la piel sin causar daño. ¿Qué son los productos de cosmética natural? ¿Por qué no causan daños a la piel?

La cosmética natural son productos que están elaborados con ingredientes 100% de origen natural. Los ingredientes que utilizan son plantas, flores, aceites, frutas, etc, que poseen propiedades beneficiosas para piel. Estos son cultivados, cuidados y seleccionados con el mayor cuidado y atención por el laboratorio que crea los productos. Además tiene la ventaja de no causar daños en el medio ambiente, ya que no produce residuos químicos perjudiciales.

No causa daños ni reacciones en la piel porque estos no estos no contienen colorantes, conservantes, ni ningún otro químico que pueda causar efectos secundarios. Los ingredientes naturales de los productos son beneficiosos y actúan más rápido para mejorar en la dermis.

Es muy común encontrar en las tiendas productos que dicen ser naturales y sin embargo están derivados de petróleos, aceites minerales u otros ingredientes parecidos los cuales son más perjudiciales que beneficiosos. Si te encuentras distraído puedes llegarte a confundir y escoger un producto que no sea natural, pero existen características que pueden ayudarte a diferenciar los mismos.

¿Cómo diferenciar un producto de cosmética natural?


Un producto de cosmética natural:

Posee un color suave y simple, ya que no posee colorantes, ni conservantes ni aromatizantes artificiales. Descarta todo aquel producto que diga ser natural y posea un color intenso y llamativo, como amarillo, verde, fucsia o fluor. Los productos de cosméticas naturales siempre poseen un precio bastante alto, el cual vale la pena pagarlo. Desconfié de aquellos productos que aseguren ser natural y tengan un precio muy económico, muchas veces lo barato termina costando más caro. Los productos naturales tienen que asegurar en su envase que no han sido probados ni sus ingredientes, ni el producto terminado en animales. También debe decir que no es perjudicial para el medio ambiente. Generalmente posee envases simples, decorados de forma manual y artesana y utilizando materiales reciclados o naturales, como flores secas etc.

¿En dónde se puede conseguir este tipo de productos?

Este tipo de producto es muy fácil de conseguir, ya que últimamente las personas entendieron sus ventajas y son muy demandados. Estos se pueden conseguir en lar farmacias, en la perfumería, en la herboristería o en tiendas donde se vendan productos naturales.

Generalmente no se encuentran en los supermercados, ya que allí están los productos de belleza con químicos, también encontrarás aquellos productos ecológicos falsos. Sin embargo no significa que no en ellos no encuentres productos de la marca de cosmético natural que utilizas siempre, no pierdas la oportunidad de comprarlo si lo encuentras allí.


En la antigüedad la cosmética se consideraba un privilegio de las clases altas con suficiente dinero para permitirse el acceso a estos productos de lujo. Con la llegada de las fábricas que los producían en cadena, los cosméticos llegaban a más personas, pero su precio aún era bastante alto. Sin embargo, aquellos artesanos que las hacían para uso cotidiano y para sus vecinas consiguieron que llegaran al pueblo llano.

Ahora que la situación no depende del dinero, ¿qué cosmética es más recomendable? ¿Cuáles son las tendencias sobre el uso de la cosmética natural?

Actualmente, al adquirir un producto de este tipo nos preocupamos, al igual que hacemos con los productos alimenticios y perecederos, de lo que contienen en su interior y los efectos que puede provocar en nuestro cuerpo. La creciente demanda de los cosméticos y sus ventas están mostrando el aumento de la capacidad de adaptación al mercado increíble, ya que los usuarios no sólo las utilizan para ocasiones especiales, sino que la industria se ha visto obligada a adaptarlos a su uso regular.


Tendencias de consumo

Las principales tendencias de consumo nos indican que:

Los consumidores de cosméticos se preocupan cada vez más de los ingredientes que contienen los productos y en base a ellos compran sus cremas o maquillajes. Las mujeres que compran los cosméticos se encuentran entre los consumidores más leales, pero, al mismo tiempo, la mayoría de ellas están dispuestas a probar una nueva marca si con ello obtienen un valor adicional, es decir, si el producto es mejor, su precio va en consonancia o se les ofrece un regalo como recompensa por probarlo. El coste de un producto cosmético sin duda sigue siendo un factor importante a la hora de determinar qué marca elegir y los productos con mejor relación calidad-precio son los más consumidos.

Beneficios y ventajas

La historia nos dice que la gente ha venido promoviendo el uso de cosméticos con el fin de conseguir el ideal de belleza personal y para parecer joven, desde los tiempos de los romanos y los egipcios. En el siglo XXI, en el que los cosméticos son de uso completamente cotidiano, su comercialización no tiene límites. Los profesionales siempre recomiendan comprar productos cosméticos naturales en lugar de productos con un alto componente artificial, es decir, de mezcla química. La cosmética natural mantiene un rostro con aspecto saludable y joven y está comprobado que las personas que usan diariamente cosméticos de origen químico envejecen anticipadamente.

Está claro que la mejor manera de asegurarse de que un producto es cien por cien natural es fabricarlo nosotros mismos, pero existen un gran número de productos en el mercado que lo son. Además, cada vez son más habituales las tiendas que se dedican exclusivamente a vender productos de este estilo y que incluso ofrecen tratamientos a muy buen precio.

Los beneficios de la cosmética natural no son tan evidentes como los de la química, pero si les das una oportunidad, los obtendrás a largo plazo, lo que agradecerás seguro. Y el uso de cosméticos naturales no es sólo parte de un estilo de vida saludable, es buena y segura para el medio ambiente.

Las mujeres de hoy tenemos mucho cuidado con todo y estoy segura de que tú eres una de ellas. La mujer moderna está aprendiendo a mantener su belleza natural, nos alejamos cada vez más de la mirada y el cutis maniquí del pasado y de la decisión de usar maquillaje, el cual usamos mucho menos que nunca.

Pero eso no significa que renunciemos a nuestros cosméticos en absoluto, queremos notar cómo nos miran, lo que resplandece nuestra piel y lo bellas que somos, eso sí, de la mejor manera posible.

Anímate a explorar este mundo maravilloso, tu piel lo agradecerá y te sentirás bella por dentro y por fuera. ¿Vas a ser la única que no aumente el consumo de estas maravillas naturales?



Sensibilidad dental: ¿A qué se debe? 

La sensibilidad dental es un problema que afecta a una parte muy amplia de la población, y además de manera crónica, durante algún momento de nuestra vida.

Cuando decimos que tenemos los dientes sensibles nos referimos a que sentimos punzadas de dolor o molestias en determinadas ocasiones como cuando disfrutamos de un helado o una bebida fría, de una comida caliente o incluso cuando estamos saboreando algo dulce.

¿Qué causa la sensibilidad de los dientes?

Pero, ¿por qué la sufrimos? La razón principal es la exposición de la dentina, que en circunstancias normales se encuentra cubierta por el esmalte, y está compuesta por unos pequeños conductos llamados túbulos que contienen ramas nerviosas procedentes de la pulpa. Cuando la dentina está expuesta, la temperatura fría o caliente afecta en mayor proporción el nervio, produciendo la molestia.

Otro tipo de sensibilidad dental es la sensibilidad dental, que afectaría ya no a la dentina, sino a la parte interna y blanda del diente donde se encuentran los nervios. Esta es más dolorosa y su tratamiento no es tan sencillo como en el caso anterior, sin embargo, no es nada que no se pueda remediar. También es posible que los trastornos de mordedura como el bruxismo afecten a los nervios, provocando cierta molestia y sensibilidad dental.

El deterioro dental puede afectar a uno o varios dientes y entre sus causas destacan:

El cepillarse los dientes demasiado fuerte, lo que desgasta la capa de esmalte. Una mala higiene bucal, permitiendo la acumulación de sarro en la encías. El desgaste del diente debido a la edad. Las caries sin tratar. Un antiguo relleno con alguna fisura o grieta. El retroceso de las encías, que dejan al descubierto las raíces dentales. Un blanqueamiento dental realizado en pacientes cuyas raíces dentales ya están expuestas. La ingestión de alimentos y bebidas ácidas.

¿Cuándo debemos tratarla?

Pero la pregunta que nos puede asaltar es, si la sensibilidad dental es tan habitual, ¿cuándo debemos considerar que es un problema grave? ¿Cuándo tenemos que acudir a un especialista?

La sensibilidad dental moderada o la que aparece una vez y remite no debe preocuparnos, sin embargo, si se prolonga durante más de unas pocas semanas debe ser tratada. Debemos programar limpiezas y saber cada cuánto tiempo debemos hacerlas, además de conocer las causas de la sensibilidad y poner nuestro caso en manos del dentista. La mayoría de los casos de sensibilidad en los dientes son fáciles de tratar, por lo tanto, lo más sensato es acudir al especialista ante cualquier duda.

Consejos para prevenir la sensibilidad dental

En lo que se refiere a la prevención, podemos dar algunos consejos para reducir las posibilidades de padecerla.

Es muy importante tener una higiene dental adecuada, cepillándonos los dientes a diario y usando hilo dental, usando un cepillo suave y con movimientos delicados de arriba abajo. Es también recomendable el uso de dentífricos con flúor y de enjuagues bucales, o incluso alguna pasta especializada para sensibilidad dental. Otro aspecto importante es el tratamiento del bruxismo (rechinar de dientes), que también puede afectar a la sensibilidad.

Este problema de la sensibilidad dental es bastante tratable, sea cual sea la causa. Nuestro dentista o higienista dental puede realizar una limpieza sobre nuestros dientes, llegando incluso a usar anestesia local si nuestros dientes son especialmente sensibles a este tipo de tratamientos. Tratamientos más habituales para los dientes sensibles

Después de una limpieza, nuestro especialista puede aplicar un barniz de flúor para proteger los dientes, especialmente los afectados por esta dolencia, lo que reduce temporalmente la sensibilidad y además fortalece los dientes.

Otro método para paliar la sensibilidad son los tratamientos específicos de la sensibilidad, que consisten en bloquear los túbulos expuestos, reduciendo así la posibilidad de molestia. Y dentro de las técnicas más avanzadas, nuestro dentista puede usar el láser para alterar dichos túbulos y reducir el dolor.

Si tenemos alguna duda sobre los enjuagues bucales que debemos utilizar, debemos consultar con nuestro dentista, ya que algunos de ellos son ácidos y podrían empeorar el problema inicial.

Si por el contrario, la sensibilidad que sufrimos es pulpar, es decir, porque la pulpa esté de alguna manera afectada, deberá ser eliminada mediante un tratamiento de conducto, especialmente si el nervio está dañado o muerto. El nervio será eliminado y nos colocarán una sustancia no reactiva en el lugar donde se encontraba en nervio y el diente tendrá que ser restaurado con una corona.

En resumen, la sensibilidad dental es una dolencia fácil de prevenir y de tratar, y aunque afecta a un gran número de personas, no supone un gran problema de salud bucodental.

Fuente  mujerstyle.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario